En el sector sur occidental de la ciudad, en el barrio Chontacruz, está situado el Centro de Gestión Integral de Residuos Sólidos, en donde existen cuatro áreas bien definidas para el tratamiento correcto de la basura que se genera en la ciudad.
Al ingreso los vehículos recolectores son pesados para llevar un registro diario de la cantidad de residuos orgánicos, inorgánicos y especiales que llegan al centro para ser depositados y tratados en los diferentes sitios de disposición.
En el sitio existe una planta de reciclaje, en donde laboran 20 trabajadores en la clasificación de los residuos que vienen desde los hogares lojanos los días martes, jueves y sábados. El material va a un sistema de banda transportadora horizontal que se encuentra en movimiento continuo, ahí se separan los materiales como cartón, papel, plásticos, vidrios, aluminio, chatarra que son depositados en contenedores metálicos para ser dispuestos de acuerdo a las normas de clasificación, indica Jonel Ramírez, responsable del Centro de Gestión de Residuos Sólidos
El papel, cartón y plásticos son almacenados en pacas de 500 kilos para su comercialización a empresas recicladoras del país, el material que no puede ser aprovechado es llevado hasta el relleno sanitario para su disposición final.
El funcionario sostiene que la planta de lombricultura cuenta con un galpón, un espacio para el sistema de clasificación, camas o lechos para el proceso de lombricultura, y un área para el secado del humus o compost. El proceso inicia en los hogares lojanos con la clasificación de la basura orgánica, que es recolectada los días lunes, miércoles y viernes.
En el sitio, los trabajadores municipales separan todos los residuos como hortalizas, legumbres, restos de frutas, materiales perecibles de cocina, los cuales pasan a una trituradora, el producto final de este proceso es depositado y llevado en carretillas para ser colocados en camas o lechos para el proceso de compostaje que dura dos meses.
Luego de ello se siembra la lombriz roja californiana, la cual consumirá el residuo orgánico durante tres o cuatro meses, y se transformará en humus, el cual es secado, tamizado o cernido y ensaquillado para ser comercializado como abono orgánico.
Adicionalmente, existe una celda de disposición de los desechos sanitarios biopeligrosos que son confinados de acuerdo a las normas ambientales. En la celda de disposición final o relleno sanitario en donde se ubican los desechos orgánicos e orgánicos que no admiten reutilización. Todos estos procedimientos se realizan de manera técnica a tal punto que Loja se ha convertido en un referente para otras municipalidades del país y del Perú, en el tratamiento adecuado de los residuos sólidos, expresa Carlos Espinosa, director de Higiene Municipal.
Por estas actividades amigables con el ambiente, el Centro de Gestión Integral de Residuos Sólidos de Loja ha recibido más de 1 500 personas interesadas en conocer el manejo adecuado de la basura que realiza el Municipio de Loja, convirtiéndose en uno de los sitios obligados para conocer durante los recorridos de estudiantes, empresarios, docentes, funcionarios de gobierno y otros.