Desde esta semana la ciudadanía acude al Bioparque Orillas del Zamora (ubicado al norte de la ciudad a 3 kilómetros del centro de la urbe) para observar el nuevo atractivo turístico del sur de la patria. Se trata de la pareja de jirafas que arribó a la ciudad el 25 de mayo y tras cumplir el periodo de cuarentena son expuestas a la ciudadanía.
Agrocalidad entregó el acta de cumplimiento de la cuarentena el lunes 3 de julio. El jefe del Bioparque, Romeo Jaramillo, precisa que a grupos pequeños de personas (de 20 a 25 ciudadanos), se les permite el ingreso a esta área a fin de que los animales se vayan adaptando a las visitas.
Salud
La pareja de jirafas traídas desde Texas- Estados Unidos, cuenta con excelente estado de salud “no hemos tenido ningún inconveniente ni en periodo de cuarentena, ni ahora. La gente puede acudir al zoológico municipal porque ya está disponible la visita a las jirafas”, señala Jaramillo.
El costo de ingreso al Bioparque Orillas del Zamora se mantiene, es decir adultos 2 dólares y niños, adultos mayores y personas con discapacidad, 1 dólar.
Hábitat
El hábitat donde cumplieron la cuarentena las jirafas fue construido y aprobado por Agrocalidad, es decir contó con las condiciones apropiadas. Asimismo ya está listo el hábitat donde permanecerán estos animalitos cuyo espacio es de 2000m2 y cada habitáculo será de 30m2.
Bioparque
El Bioparque Orillas del Zamora tiene una extensión de 3.7 hectáreas y cuenta con áreas para mamíferos mayores, reptiles, felinos, aviario, mamíferos menores y primates; además, dispone de un orquideario, en donde permanecen especies propias de la región sur del país.
Fue creado en el año 2004, por la necesidad de contar con un lugar para el rescate de animales silvestres que son sacados de su hábitat natural y expuestos a maltrato o su vida está en peligro, indica Romeo Jaramillo, responsable de la unidad.
El funcionario municipal sostiene que en su mayoría los animales que permanecen en el zoológico municipal son rescatados y cuidados por los profesionales que laboran en el sitio. Destaca que a más de proteger a las especies, el Bioparque permite el aprendizaje de los niños y jóvenes.
Entre las especies que se puede visitar están los pingüinos de Humboldt que se han adaptado, satisfactoriamente, al clima de la ciudad. Luis Ríos, veterinario del Bioparque, destaca que los pingüinos están en buenas condiciones, comen filete de pescado y hacen enriquecimiento con truchas vivas, a fin de que no pierdan su grado innato de caza.
Miden entre 60 y 70 centímetros, son tres machos y dos hembras, no necesitan hielo y se adaptan a temperaturas que fluctúan entre 4 y 26 grados centígrados, pues al ser de Humboldt están acostumbrados a corrientes frías y calientes.