En el Salón de Coordinación del Municipio de Loja se realizó la firma del contrato para la fiscalización de la construcción de la planta de tratamiento de Aguas Residuales de la ciudad, primera etapa. La empresa ganadora es el Consorcio Loja Verde y Sustentable, Fiscalización.
La firma lo realizó el alcalde de Loja, José Bolívar Castillo y Mauricio Manolo Abarca Román, procurador común del consorcio. Como testigos estuvo Diego Patiño, procurador Síndico del Municipio, Enrique García, director de la Unidad de Regeneración Urbana, presidentes de las Juntas Barriales, funcionarios municipales y medios de comunicación.
Planta de tratamiento
En el marco del proyecto de Regeneración Urbana está la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, primera etapa, que se construye en el sector Florencia, en una extensión aproximada de 10.50 hectáreas.
La planta está diseñada para una población futura de 350 mil habitantes, una capacidad de tratamiento máxima de 220 litros por segundo y el presupuesto de ejecución es 15´703.942.01 dólares, a cargo de la empresa constructora Consorcio AB Loja. El plazo es de 18 meses y se acordó culminar en 16 meses, refirió el Burgomaestre lojano.
Fiscalización
El Personero Municipal indicó que se hizo un concurso para la fiscalización del proyecto, el mismo que demoró un poco porque se declaró desierto y nuevamente se reabrió el proceso.
Finalmente, como resultado del proceso licitatorio, ganó el Consorcio Loja Verde y Sustentable Fiscalización, el presupuesto es 610.775,50 dólares y un plazo de 16 meses.
“Para nosotros es un reto participar en este gran proyecto que Loja lo necesitaba hace muchos años con el fin de que todos los afluentes sean tratadas con el mejor nivel antes de devolverlos a los cauces”, dijo José Vicente Aguirre, técnico del Consorcio Loja Verde y Sustentable, Fiscalización.
Proyección
Este proyecto es ambicioso. La Municipalidad de Loja no solo hará el tratamiento de aguas residuales, sino que aprovechará todos los remanentes sólidos que queden del proceso de tratamiento de las aguas residuales para convertirlos en abonos, tal como se hace en el Centro de Gestión Integral en Manejo de los Desechos Orgánicos.
Necesidad
El Burgomaestre detalló que en una etapa anterior se construyeron los colectores marginales y se extendió la red de alcantarillado pluvial y sanitario, sin embargo no se procesaba el afluente cloacal sino que, al extremo norte de la ciudad, se depositaba el agua servida, al río Zamora.
“A nivel mundial existe un compromiso que es indispensable como es que el afluente sanitario tiene que ser tratado antes de volver a los cauces de los ríos”, resaltó Castillo.