El Sistema Integrado de Residuos Sólidos de Municipio de Loja construyó dos proyectos pilotos para la elaboración del abono orgánico: en la parroquia El Cisne y Vilcabamba.
En el caso concreto de la parroquia Vilcabamba se hizo 14 lechos, un galpón de clasificación, bodegas, servicios higiénicos y un área verde. Yonel Ramírez Armijos, coordinador del Centro de Gestión Integral de Residuos Sólidos, resalta que la idea es aprovechar los residuos sólidos orgánicos que se generan en la localidad.
Contenedores
Para acumular temporalmente los desechos orgánicos e inorgánicos se ubicaron cuatro contenedores: dos negros y dos verdes; en el primer caso se lleva adelante el proceso de recuperación del material reutilizable como papel, cartón, plásticos, vidrios....
En los recipientes verdes están los residuos orgánicos, a los cuales se los incorpora a los lechos para generar abono orgánico a través de la lombricultura (lombriz roja californiana). Asimismo hay personal que vigila que la clasificación se cumpla.
Olores
Este abono es de excelente calidad y no generan malos olores durante el proceso, refiere el funcionario municipal. Aduce que al ser un proyecto piloto no ingresa gran cantidad de residuos que puedan afectar el entorno, únicamente se utiliza dos lechos.
Procedimiento
Elaborar el abono incluye todo un proceso. Una vez que la materia prima está en los lechos o celdas, se hace el volteo, riego, control de humedad, PH, temperatura, con la finalidad de evitar los malos olores. “Con el volteo se oxigenan los residuos orgánicos, prácticamente no se generan malos olores”, expone Ramírez.
El funcionario es enfático en indicar que a la fecha a la Municipalidad no se han presentado denuncias de ciudadanos que sean afectados por este proceso, incluso ya se lleva cuatro años trabajando en la obtención del abono.
Producto
A los cuatro meses se obtiene el abono orgánico. Por cada lecho se produce alrededor de 110 sacos de este producto que es utilizado para la agricultura, su excelente calidad permite alimentar el suelo.