La parroquia eclesiástica San Juan del Valle nuevamente fue el punto de concentración de miles de feligreses que acudieron a participar de una de las tradiciones religiosas más grandes de los lojanos como es la escenificación de la Pasión y Muerte de Cristo.
La muestra de fe inició con la meditación de las siete palabras, a las 20H30, en la plaza de El Valle se cumplió la primera estación, luego recorrió las calles Gran Colombia, Puerta de la Ciudad, 18 de Noviembre, Miguel Riofrío, Bolívar, 10 de Agosto, Bernardo Valdivieso, Santiago de las Montañas hasta retornar a El Valle, donde se desarrolló una de las escenas más relevantes como es la estación de crucifixión y muerte de Cristo.
En el trayecto los fieles observan como Jesucristo es maltratado, momento que los creyentes lo aprovecharon para la reflexión y el perdón.
Conforme avanzaban las estaciones se sumaban devotos, a los asistentes la semana mayor les motiva a mantener viva la llama de la fe en sus corazones y en sus familias.
Es el momento oportuno para "elevar nuestras oraciones por la salud de la familia, de los enfermos y de todos aquellos feligreses que reconocen el sacrificio que realizó Jesucristo por nosotros", dijo Fernando Ochoa, asistente.
El cuadro vivo de la vida pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo considerada la tercera manifestación de fe más grande del país, es organizada durante aproximadamente 70 años por el párroco de la localidad con el apoyo de los moradores.
En los personajes que escenificaron conmovedoras dramatizaciones predominó la fe y el espíritu de gratitud por los favores recibidos y en otros casos recibir el perdón de Dios.
Ángel Arrobo, párroco de la parroquia eclesiástica Rl Valle agradeció a las más de doscientos cincuenta personas que trabajaron para escenificar la Pasión y Muerte de Jesucristo y a todas las personas que sumaron esfuerzos para el éxito de la programación
El acto de fe, que convocó a propios y extraños, se efectuó con el apoyo del Municipio de Loja, Cuerpo de Bomberos, Ejército, Policía Nacional, Cruz Roja, Agentes de Control y de Tránsito, instituciones de la ciudad que con su accionar buscan mantener una tradición religiosa que año tras año convoca a miles de feligreses que ven en este periplo la mayor prueba de amor de Jesús por nosotros.